El futuro del gaming: realidad virtual y PCs personalizados
El mundo del videojuego está viviendo una transformación profunda. Por un lado, la realidad virtual (VR) y las experiencias inmersivas están pasando de nicho experimental a elementos clave en la arquitectura del entretenimiento digital. Por otro lado, los PCs personalizados para gaming —ya sea construidos a medida o montados por expertos— se perfilan como una plataforma perfecta para quienes quieren controlar cada aspecto de su experiencia: desde el hardware elegido hasta la estética, pasando por el rendimiento, sobre todo en un momento de auge del gaming y la creación de contenido.
En este artículo exploramos las grandes tendencias que marcan el futuro inmediato del gaming: qué avances técnicos están desplegándose, qué tendrán que pedir los jugadores que quieran un PC personalizado hoy, y hacia dónde va todo esto en los próximos años.
Realidad Virtual: de la promesa al mainstream
La realidad virtual ya no es solo un experimento para entornos especializados: en 2025 se estima que el mercado de VR para gaming alcanzó los 32.491,5 millones de dólares y se proyecta que crezca hasta los 109.589,8 millones en 2030.
Entre los avances más relevantes: los cascos de nueva generación integran seguimiento ocular (“eye‑tracking”), interacción híbrida de realidad aumentada/virtual (MR), y dispositivos standalone que ya no requieren necesariamente un PC externo potente.
Para alguien que quiere comprarse un ordenador nuevo, esto plantea dos preguntas clave: ¿quiero un equipo específicamente preparado para VR (con GPU potente, puertos, refrigeración, etc.)? ¿O quiero algo más “versátil” que pueda servir tanto para gaming tradicional como para VR cuando llegue ese salto?
Igualmente, la adopción de VR exige tener en cuenta el hardware personalizado: buena GPU, latencia mínima, y considerar otros criterios como comodidad del visor, espacio físico para movimientos o sensores, entre otros.
PCs personalizados: más allá de “montar un buen equipo”
La personalización del PC gaming ha entrado en una fase de maduración: ya no basta con elegir “la mejor tarjeta gráfica” por precio; se busca también modularidad, eficiencia energética, sistemas de refrigeración avanzados, integración con IA y conectividad para futuras tecnologías. Por ejemplo, algunos informes apuntan a que los fabricantes están incluyendo IA para optimizar en tiempo real el rendimiento de CPUs y GPUs, monitorear temperaturas y anticipar fallos.
Para alguien que quiera comprarse un PC personalizado pensando en el largo plazo, conviene valorar aspectos como:
- Capacidad de ampliación
- Compatibilidad con tecnologías de VR/AR futuras
- Eficiencia energética y sostenibilidad: materiales reciclados, componentes “eco”, menor consumo.
- Integración con servicios de suscripción, streaming y juego en nube: porque parte del futuro del gaming se mueve hacia híbrido entre local y remoto.

La convergencia VR + PCs personalizados: ¿Dónde está la oportunidad?
Cuando juntas VR y un PC personalizado robusto, surgen posibilidades muy interesantes. Por ejemplo: experiencias de inmersión elevada (simuladores de vuelo, VR de ritmo o narrativa, etc.), creación de contenido en tiempo real (streaming, mixed reality), e incluso nuevos formatos de juego social en espacios virtuales.
Esto implica que, al comprar un PC, no sólo conviene pensar en “¿cumple con los requisitos de hoy?”, sino también en “¿cómo estará preparado para lo que viene?”. Funciones que parecen lejanas como visores con rastreo corporal completo, retroalimentación háptica, mundos compartidos en VR… están más cerca de lo que parece.
Desafíos y aspectos a considerar
No todo es color de rosa. Aun cuando las proyecciones son optimistas, existen barreras que se deben conocer:
- Coste: aunque está bajando, la VR de alto nivel exige una inversión importante (hardware, espacio físico, accesorios).
- Contenido: aún se debate si el catálogo VR será lo suficientemente profundo para que la experiencia llegue a todos los rincones.
- Compatibilidad: los PCs personalizados deben equilibrar ahora las necesidades de gaming “plano” y VR/AR, lo que a veces exige hacer concesiones.
- Ergonomía y comodidad: sesiones largas en VR requieren considerar espacio, cables, sensores, y el propio hardware del casco.
- Sostenibilidad y actualización: un PC pensado para durar debe permitir actualizaciones sin tener que cambiar toda la torre en poco tiempo.
Qué mirar si vas a comprar ahora pensando en el futuro
Si estás en el momento de decidir qué PC gaming comprar, pensando también en VR y personalización, estas son algunas “buenas prácticas” que deberías tener en cuenta:
- Prioriza una buena GPU (y que tenga margen de mejora en el futuro).
- Mira la refrigeración, fuente de alimentación y espacio de ampliación.
- Considera que el equipo tenga “reservas”: no sólo lo que necesitas hoy, sino lo que podrías querer mañana (VR, 144 Hz+, 4K, ray tracing avanzado…).
- Piensa también en accesorios VR, sensores, espacio de uso, ergonomía. No se trata sólo de “jugar”, sino de “vivir” la experiencia.
Prepararse hoy para el gaming del mañana
El futuro del gaming está en la intersección entre experiencias inmersivas —la realidad virtual— y equipos que no solo rinden bien hoy, sino que están preparados para lo que viene. Un PC personalizado, bien pensado, puede ser la base de una plataforma que te sirva tanto para jugar ahora como para sumergirte mañana en mundos digitales más exigentes. Si estás planteando comprar un PC gaming, considera no solo el presente, sino tu visión de futuro: porque lo que compras hoy puede definir cómo juegas mañana.
En ONX podemos aconsejarte y personalizar tu PC de la mejor manera para que puedas disfrutar ahora y no tener que preocuparte por el futuro.